Ante el aumento de discursos de odio hacia las personas migrantes y refugiadas en Castilla y León, vemos la necesidad de manifestar nuestro rechazo y condena hacia dichas actitudes.
Rechazamos cualquier acción o idea que manifieste una superioridad entre culturas, que estigmatice la diversidad, que promueva el miedo hacia lo diferente y que asocie migración con delincuencia. Queremos mostrar nuestra preocupación ante la normalización de estos discursos de odio desde las instituciones y sus representantes públicos. Consideramos que es responsabilidad de las instituciones y sus representantes trabajar en clave de la defensa de los derechos humanos, fomentando el respeto y promoviendo la convivencia.